Claves para la paz interior
Hay muchas manera de encontrar la paz interior, creo que se ha escrito mucho sobre ello y existen infinidad de herramientas. Hoy voy a hablarte de mi propia vivencia.
Conectar con la paz interior no resulta un camino sencillo pues son muchos los obstáculos y condicionamientos (también excusas) que encontramos día a día: el frenético ritmo de la sociedad, el tiempo, la rutina, la desconexión, la hiperestimulación a la que estamos sometidos, nuestro ego por supuesto, y sus innumerables intentos de monopolizar nuestro espacio personal, las interferencias externas, las preferencias, etc.
Es por eso que creo que ese paraíso, ese espacio de retiro al que muchos anhelamos llegar, está mucho más cerca y mucho más disponible de lo que desde el plano mental estamos empeñados en proyectar. Estoy convencida, además, de que se puede entrar en él en cualquier momento y desde cualquier lugar.
Lo que me ha pasado a mi es que después de todo este tiempo empleando técnicas, leyendo, y buscando quizá mi fórmula infalible, he llegado a la conclusión de que buscar el MOMENTO PERFECTO para dedicarme tiempo a mi misma, no a hacer algo que me gusta (eso es relativamente más sencillo), sino a parar, para escuchar lo que realmente siento y necesito, es literalmente una cruzada imposible.
Al tomar conciencia de ello, decidí que iba dejar de intentarlo más y simplemente enfocaría toda mi atención a RESPIRAR CONSCIENTEMENTE, todo lo que pudiera durante el día; cuantas más veces mejor, cuanto más tiempo mejor.
Así llevo haciéndolo varios meses y ya he notado cambios muy significativos en mi vida. El más importante quizá sea en mi estado predominante, que tendía a la insatisfacción permanente y ahora se acerca mucho más a la aceptación y confianza plenas. También en cómo afronto o manejo las situaciones molestas o de estrés; antes todo me afectaba muy personalmente y ahora puedo desvincularme emocionalmente y ser más objetiva con lo que estoy viviendo y/o sintiendo. Me he dado cuenta con ello, que la respiración me permite tomar distancia para abstraerme y entrar en ese espacio de paz interior, donde solo yo estoy y nada más existe, donde por tanto nada puede perturbarme. En esos momentos en los que respiro profunda y conscientemente nada más importa alrededor, solo existo yo y mi respiración. Es realmente mágico entregarse a la fuerza y sanación de la respiración.
Aparentemente fácil ¿verdad? Por increíble que parezca tomarnos el tiempo para hacerlo (aunque sean unos segundos) es más difícil de lo que parece. El único tip que te puedo dar es la práctica ¡insiste! Cuanto más respiras conscientemente más consciente te haces tu a la vez de ella y más puedes permitirle el espacio para realizar los cambios en ti necesarios para una vida armoniosa y en paz.
La respiración es como la llave mágica que abre todas las puertas, la receta para todo mal, la medicina para cualquier dolencia: te pase lo que te pase y sientas lo que sientas RESPIRAAAA. Ese será el camino más directo para que puedas conectar con tu luz interior y desde ahí empezar a brillar.
